6 sept 2010

Cosmética natural: Las arcillas

Hay constancia del empleo de la arcilla desde hace milenios, en todas las épocas y continentes, para curar todo tipo de enfermedades, heridas, afecciones de la piel y problemas inflamatorios.
Los hombres probablemente imitaron a los animales, que buscan en el barro arcilloso el remedio a sus males.
Si bien dejó de utilizarse de manera habitual en el siglo XIX, con la incorporación a la vida cotidiana de los progresos de la química, ya desde la Edad Media fue perdiéndose en Occidente el prestigio terapéutico de la arcilla, menospreciada por la Iglesia.
Las culturas precolombinas de México han usado arcilla para curar y para preservar. En Ayurveda la arcilla es ampliamente usada y aun hoy en día los campesinos del norte de la India usan champú de arcilla.

Procedencia

La roca arcillosa proviene de la descomposición de las rocas madres cristalizadas como el granito.
Las diferentes arcillas están compuestas por silicato de alúmina hidratado en el que se mezclan elementos minerales que producen las diferentes coloraciones, forma de oligometaloterapia a la que la arcilla debe algunas propiedades.
Su elasticidad y plasticidad provienen de las texturas de esos silicatos hidratados.
La arcilla se encuentra en forma de yacimientos explotados casi siempre a cielo abierto.
La veta de arcilla se saca a la luz y se limpia, se selecciona y analiza y se transporta a un área de secado con suelo de hormigón donde se extiende al sol, forma de secado natural que permite almacenar aún más energía de los rayos solares.
Luego se selecciona manualmente, se eliminan las impurezas residuales y se tritura para obtener una granulación homogénea de la arcilla, de disolución rápida, y utilizada para uso externo.
La arcilla superfina, totalmente exenta de arena, más refinada y agradable de utilizar, se obtiene a partir de arcilla machacada y micronizada hasta conseguir un polvo fino y sin impurezas.
Una buena arcilla debe ser pura y seleccionada por su capacidad de absorción, su extracción reciente y secada al sol, no en un horno pues las temperaturas fuertes disminuyen sus poderes regeneradores.

Utilización cosmética de la arcilla

Cuando usamos arcilla es importante no usar recipientes de metal, ni cucharas u otros instrumentos metálicos, debe utilizarse una cuchara de madera y un recipiente de vidrio, porcelana, loza, madera o gres.
También es aconsejable usar agua destilada (como para todo uso cosmético) o agua natural purificada sin cloro.

Está indicada para zonas especialmente sensibles y preparación de mascarillas faciales o corporales, en preparación de cosméticos en combinación con plantas medicinales.

La arcilla exfolia, limpia y vigoriza la piel mientras mejora la circulación de la sangre. La arcilla tiene la habilidad de absorber el exceso de grasa, polvo y toxinas que dañan la piel. La adición de hierbas aumenta los beneficios de la arcilla aún más.
Por su alto contenido de minerales rejuvenece la piel mientras que la arcilla en sí estimula la circulación de la sangre y limpia la piel.
El uso regular de arcillas faciales remueve las células muertas de la superficie del rostro, remueven los desechos acumulados en los poros y proveen un resplandor saludable y liso. Cada tipo de arcilla absorbe las toxinas de la piel pero difieren en el nivel de absorción.

Propiedades de las arcillas

Arcilla blanca: también conocida con el nombre de caolín, tiene un alto poder desintoxicante, antibacteriano y cicatrizante además de ayudar a regular el PH. La arcilla blanca es una aliada perfecta para eliminar impurezas de nuestra piel y ayudarla en su regeneración celular. Recomendada para pieles secas, nos aporta luminosidad y deja nuestra piel lisa y suave, también nos ayuda a aclarar las manchas de la piel.
En uso externo puede aplicarse también, en forma de cataplasmas, emplastos, es excelente como enjuague bucal y como polvos semejantes al talco para los bebés.

Arcilla roja: el color rojo se debe a un mayor contenido de óxidos e hidróxidos de hierro, lo que le otorga propiedades astringentes, antiinflamatorias y descongestivas.
El uso de la arcilla roja está más recomendado para pieles sensibles y delicadas con problemas de dermatitis.
La arcilla roja actualmente es conocida como la arcilla más curativa, pues provee a la piel de una excelente regeneración celular; cabe destacar que esta es altamente recomendada para personas con problemas como la celulitis y heridas abiertas.

Arcilla amarilla: es rica en hierro y potasio. Se usa para problemas óseos, en caso de fatiga intensa, combinando con la arcilla verde.
La arcilla amarilla es desintoxicante, pues el hierro y el potasio ayudan a la oxigenación de la piel, eliminando toxinas y grasas.
La arcilla amarilla remineraliza y activa la reparación de los tejidos, músculos y ligamentos y limpia los órganos internos.

Arcilla verde: Es muy rica en oligoelementos, la mejor es la montmorillonita o bentonita, que también puede ser de color pardo o gris. Debe su color a los óxidos de hierro ferroso y de magnesio, además contiene silicio, potasio, sosa, cal y fosfatos, y óxidos de aluminio, manganeso y titanio.
La arcilla verde tiene una gran capacidad de absorción, regulando el exceso de grasa, y es altamente purificante, por lo que está particularmente indicada para pieles grasas y mixtas.
La arcilla verde es la más utilizada para tratar lesiones, dolencias e inflamaciones.

Arcilla rosa: es una mezcla elaborada de 2/3 de arcilla blanca y 1/3 de arcilla roja. Guarda las sales minerales de sus orígenes. Como la arcilla roja y blanca contiene sílice, aluminio, hierro, magnesio, sodio, fósforo, potasio, calcio. Debido a su suavidad se emplea en epidermis frágiles, deshidratadas, delicadas como los de la piel del bebé. Utilizadas en mascarillas que traten ojeras, eccemas, estema, pieles, secas y muy secas.


El uso de la arcilla en cosméticos es seguro y se puede usar en todo tipo de piel si se mezcla con otros ingredientes como por ejemplo hierbas, aceites vegetales y esenciales. La aromaterapia y la arcilla hacen una combinación poderosa.
Las arcillas se usan comúnmente en tratamientos faciales, pero también son parte de jabones y talcos para el cuerpo. Las arcillas cosméticas vienen en diversidad de colores y por eso se usan como colorantes en jabones, cremas, lociones para el cuerpo y sales para el baño.


Gladys Gómez Flores
Terapueta de Reiki - Esteticista - Quiromasajista - Linfoterapeuta


Bibliografía

Propiedades de la arcilla (I y II), Pedro Ródenas, Integral 6 y 7, Barcelona, 1978.
El poder curativo de la arcilla, Raymond Dextreit, Ibis, Barcelona, 1988.
La curación por la arcilla, Amar Alma-Helal, Robinbook, Barcelona, 1999.
La arcilla curativa, Michel Abehsera, Edaf, Madrid, 1999.
Cómo cura la arcilla, Marie-France Muller, manuales Integral, Barcelona, 2000.
Nuevo tratado de Medicina Natural (Nuestra tierra, nuestra cura), Raymond Dextreit, Edaf, Madrid, 2001.
Salud y belleza con arcillas, fangos y algas, Núria Langreo, Tikal, Barcelona, 2000.