11 oct 2015

Botica de remedios caseros: árnica

El árnica famosa por su alto poder rubefaciente (evita la congestión sanguínea), muy utilizada por los labradores desde la Edad Media  para aliviar los dolores musculares y moretones que producían el duro trabajo en el campo.

Procedente del centro de Europa, de las zonas montañosas, con suelos pobres pero altos en silicio y granito.


Planta perenne, de la familia de las compuestas, lo que la emparenta con la manzanilla, la caléndula, la artemisa, entre otras. En medicina se utiliza toda la planta: las partes herbáceas, el rizoma y sus flores amarillas, similares a las margaritas, dispuestas en capítulo terminal un poco colgante, el fruto es un poliaquenio.

También conocida como tabaco de montaña, ya que según cuenta la leyenda los escaladores de montaña masticaban la planta fresca para aliviar los dolores musculares.

Principales componentes químicos

Posee flavonoides, ácidos fenólicos, fórmico, laurico, palmico, esteárico. Mucilagos, carotenos, taninos. Alcaloides, principios amargos, betaina, arnicina y sus esteres: helenalina y dihidrohelenalina, entre otros componentes que le confieren a esta hierba medicinal propiedades analgésicas, rubefacientes, antiinflamatorias, analgésica, cicatrizante, antitumoral, colerética y vulneraria.

Rica  en Timol, al igual que  el tomillo y el orégano, lo que  le dan un alto poder antibacteriana, astringente, fungicida.

Pomada de árnica contra golpes y torceduras
Para 100 grs.

65 grs. de oleato de árnica (*)
15 grs. de aceite de coco
20 grs. de cera de abejas

Procedimiento
Pesamos todos los ingredientes y los colocamos en un cuenco de acero inoxidable, una vez disueltos sin superar los 40 los colocamos en un frasco de cristal. Una vez frío tapar y etiquetar.

Indicaciones: esguinces, hematomas, luxaciones, artritis, dolores musculares, y en las zonas donde se hayan producido golpes, etc.

(*) oleato de árnica: colocar en un frasco de vidrio, perfectamente limpio y esterilizado con unas gotitas de alcohol, 30 grs. de flores de árnica secas, agregamos 100 grs. de aceite de oliva, lo dejamos macerar 30 días agitando todos los días. Lo filtramos con papel tissú y listo para hacer la pomada.

Precaución: no utilizar sobre heridas abiertas, ni sobre pieles irritadas. Consultar al médico su uso en embarazadas y lactantes.

Gladys Gómez Flores
Naturopata, terapeuta de Reiki, quiromasajista