El sèrum es una mezcla de aceites o ceras; èsta mezcla puede
ser el producto en su totalidad, o el medio para concentrar principios activos, lo
cual hace que sea mucho más potente que los activos de una crema de uso diario; incluso que otro preparado
cosmético o medicinal.
Su textura suele ser más ligera para que la absorción
sea muy rápida y la penetración de los ingredientes llega a las capas más
profundas.
En Jerusalén los aceites aromáticos, oleatos, eran un
complemento muy apreciado de la higiene diaria. No se usaban sólo
para proteger la piel en el clima seco, si no como un aporte de nutrición para
la piel. El antiguo testamento da cuenta de esto cuando relata la preparación
que recibió Ester, antes de ser llevada a la presencia del rey Asuero, un
tratamiento de belleza que duró un año: seis meses de masajes con aceite de
mirra y seis con aceite balsámico (Ester 2:12).
Los serums no deben estar restringidos a concentrados
anti-edad. Los podemos elaborar para el cabello, en puntas abiertas y secas.
Para reparar el daño solar, actuar contra la deshidratación, reafirmar,
iluminar, reparar o anti-manchas. O para tratar afecciones que requieran un formulación
medicinal, ejemplo hongos de las uñas.
Elaboración
de sèrum reparador de puntas dañadas
Ingredientes
20 grs. de aceite de chía
10 grs. de aceite de ricino
10 grs. de aceite de sésamo
5 gotas de aceite esencial de lavanda
5 gotas de aceite esencial de romero
5 gotas de aceite esencial de incienso
5 gotas de aceite esencial de lemongrass
Procedimiento
Pesar y mezclar
todos los aceites de semilla. Una vez homogeneizados agregar gota a gota los
aceites esenciales. Colocar en un bote de vidrio ámbar.
Modo
de uso
Luego del lavado y el aclarado del cabello, aplicar sobre las puntas con suaves masajes.
Gladys Gòmez Flores, naturòpata, especializada en cosmética
natural
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