El árnica famosa por su
alto poder rubefaciente (evita la congestión sanguínea), muy utilizada por los
labradores desde la Edad Media para
aliviar los dolores musculares y moretones que producían el duro trabajo en el
campo.
Procedente del
centro de Europa, de las zonas montañosas, con suelos pobres pero altos en silicio
y granito.
Planta perenne,
de la familia de las compuestas, lo que la emparenta con la manzanilla, la caléndula,
la artemisa, entre otras. En medicina se utiliza toda la planta: las partes herbáceas, el rizoma y sus flores amarillas, similares a las
margaritas, dispuestas en capítulo terminal un poco colgante, el
fruto es un poliaquenio.
También conocida
como tabaco de montaña, ya que según cuenta la leyenda los escaladores de
montaña masticaban la planta fresca para
aliviar los dolores musculares.
Principales componentes químicos
Posee
flavonoides, ácidos fenólicos, fórmico, laurico, palmico, esteárico. Mucilagos,
carotenos, taninos. Alcaloides, principios amargos, betaina, arnicina y sus
esteres: helenalina y dihidrohelenalina, entre otros componentes que le confieren
a esta hierba medicinal propiedades analgésicas, rubefacientes,
antiinflamatorias, analgésica, cicatrizante, antitumoral, colerética y
vulneraria.
Rica en Timol, al igual que el tomillo y el orégano, lo que le dan un alto poder antibacteriana,
astringente, fungicida.
Pomada de árnica contra golpes y
torceduras
Para 100 grs.
65 grs. de
oleato de árnica (*)
15 grs. de
aceite de coco
20 grs. de
cera de abejas
Procedimiento
Pesamos todos
los ingredientes y los colocamos en un cuenco de acero inoxidable, una vez
disueltos sin superar los 40 los colocamos en un frasco de cristal. Una vez
frío tapar y etiquetar.
Indicaciones:
esguinces, hematomas, luxaciones, artritis, dolores musculares, y en las zonas
donde se hayan producido golpes, etc.
(*) oleato de
árnica: colocar en un frasco de vidrio, perfectamente limpio y esterilizado con
unas gotitas de alcohol, 30 grs. de flores de árnica secas, agregamos 100 grs.
de aceite de oliva, lo dejamos macerar 30 días agitando todos los días. Lo
filtramos con papel tissú y listo para hacer la pomada.
Precaución: no utilizar sobre heridas abiertas, ni sobre pieles irritadas. Consultar al médico su uso en embarazadas y lactantes.
Precaución: no utilizar sobre heridas abiertas, ni sobre pieles irritadas. Consultar al médico su uso en embarazadas y lactantes.
Gladys Gómez Flores
Naturopata,
terapeuta de Reiki, quiromasajista
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